Metodología: Contemplar – discernir – proponer
La institución del Ministerio laical del Catequista (MLC) ha sido un regalo para toda la Iglesia. Un nuevo desafío se nos presenta: discernir quiénes serán instituidos y, fundamentalmente, cómo debe pensarse el itinerario de formación de esos MLC.
El ISCA, como responsable de la formación superior de los catequistas en la Iglesia de Argentina, abre este espacio del 2º Simposio Internacional de Catequética para pensar juntos, con un estilo sinodal, la “formación de formadores” de los futuros MLC, servidores de la Palabra y de sus hermanos.
Pensamos el ámbito del Simposio como una instancia de intercambio y reflexión profunda. Para ello, lo hemos estructurado en tres momentos diferentes:
1º Jornada: CONTEMPLAR.[1]
Queremos mirar el camino que viene haciendo la catequesis en la Iglesia Universal, sobre todo en América Latina y fundamentalmente en Argentina, donde desarrollamos esta apasionante misión de la formación de catequistas.
Nos centraremos en una mirada fundamentalmente eclesiológica para desentrañar las razones que movieron al Papa Francisco a instituir este ministerio laical.
Marco eclesiológico impregnado del espíritu del Concilio y todo el Magisterio del Papa, sobre todo en el Directorio para la Catequesis de 2020 y en su Motu proprio Antiquum Ministerium.
Queremos ahondar en los desafíos que se presentan a la catequesis en este cambio de época, en un contexto socio-cultural complejo que nos muestra una prolongada crisis en la transmisión de la fe.
Finalmente nos proponemos profundizar en la realidad de nuestra pastoral catequística argentina, en el marco de una Iglesia Universal que quiere renovarse en clave de sinodalidad.
2º Jornada: DISCERNIR
Siendo fieles a la primera parte del lema del Simposio “Servidores de la Palabra…” nos centraremos en lo que significa caminar hacia una Iglesia marcada –como nos dice el Papa– por una ministerialidad dinámica y abierta que pone en el centro el aporte fundamental de los laicos para una catequesis renovada.
Queremos también reflexionar acerca del nuevo paradigma de la catequesis que quiere ser kerigmática y misionera, concibiéndose como un proceso de iniciación a la vida cristiana, que busca integrar todas las dimensiones de la persona, a la luz de las orientaciones del Directorio para la Catequesis de 2020.
Tal como nos dice el documento del CELAM citado anteriormente «En este nuevo paradigma, el kerigma es el hilo conductor de todo el proceso catequético que tiene como finalidad principal llevar a la persona al encuentro con Jesucristo vivo. De dicho encuentro brota el ímpetu misionero de la persona. Por tanto, la catequesis en el nuevo paradigma tiene un marcado talante misionero.»[2]
El nuevo Directorio nos pone en el horizonte una meta para alcanzar: una formación renovada para catequistas que sepan comunicar la verdad siempre actual del Mensaje a todas las realidades. Para lo cual la formación deberá promover la búsqueda de nuevos lenguajes y maneras de proponer la fe al mundo de hoy.
3º Jornada: PROPONER
Tomando la segunda parte de nuestro lema “…servidores de los hermanos”, llega el momento de “proponer” algunas líneas de acción para que, en cada diócesis, los pastores, las juntas diocesanas y sobre todo los formadores puedan construir juntos sus equipos de discernimiento y formación de los MLC.
Buscaremos entre todos algunas pistas para acompañar y formar a los futuros MLC en clave de una catequesis renovada y en diálogo con las otras ciencias. Sin perder el marco referencial del llamado a la sinodalidad.
Se trata de buscar caminos para profundizar el servicio al hombre de hoy, sediento de esperanza y siempre abierto a recibir la Buena Noticia a través de testigos alegres del Evangelio que muestren con sus vidas que el Mensaje de Jesús nos transforma en comunidades fraternas y abiertas.
[1] Nos inspiramos en el documento “La alegría de iniciar discípulos misioneros en el cambio de época”, CELAM, 2015, p.8-9
[2] La alegría de iniciar discípulos misioneros en el cambio de época”, CELAM, 2015, p.9