
La experiencia de encuentro y de intercambio en el Simposio de Teología y Catequesis en Iguazú nos ha confirmado una intuición que venimos expresando hace tiempo: es tiempo de entrelazar, entretejer miradas diversas para profundizar en el pensar juntos la catequesis. Ya lo decíamos en el Iº Simposio Internacional de Catequética que organizamos en la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina en 2017, a 25 años del Catecismo de la Iglesia Católica. Expresamos en aquel momento: «La palabra simposio viene del griego (symposion: beber juntos; festín) y significa e implica una reunión de especialistas en una materia para tratar y discurrir coloquialmente sobre un tema relacionado con su especialidad.» y estos días hemos revivido ese mismo espíritu.
Nos volvimos con la certeza de que nuestra fe se comunica así, en el “entre” de los vínculos personales y comunitarios. “Entre” es una preposición que denota reciprocidad y mutua cooperación. Por eso nos gusta pensar nuestra vida de fe como un telar artesanal donde vamos tejiendo la trama, entrelazando historias de vida, rostros de tantos hermanos, junto con nuestra propia vida y sobre todo la del Señor.
La fe es un llamado personal que nos da identidad y pertenencia, nos da una familia, un nosotros. Recibimos el don de la fe a través de otros y así también la irradiamos: con nuestro testimonio. Búsqueda, llamado personal y entrega confiada a Aquel que nos convoca gratuitamente, amorosamente. Belleza de la fe que nos atrae y nos abre al asombro, la alabanza y el anuncio. Propuesta de vida que el Señor nos hace para que permanezcamos unidos a Él y compartamos la Buena Noticia con los hermanos. Somos discípulos a los pies del Maestro, llamados a hacer otros discípulos para caminar juntos en la fe.
Hermoso servicio el de la catequesis que nos hace abrir el corazón para estar a la escucha atenta de nuestro tiempo, no para dar respuestas de slogan sino para suscitar preguntas nuevas que nos permitan buscar juntos el sentido más profundo de la vida, construyendo el Reino. Así lo expresaba el filósofo personalista Emmanuel Mounier: «Es que el Reino de Dios no sólo está en nosotros: está entre nosotros, por más que lo hayamos olvidado»…[1] ¡Seamos testigos de la belleza del obrar de Dios entre nosotros!
Laura de Isla
Tallerista
[1] Mounier, E, Révolution personnaliste et communautaire, 1961, 383
En pocos días podrán acceder a los materiales del Simposio en: https://www.diocesisdeiguazu.org/